Dos reflexiones: Amor eterno y responsabilidad.
¡Hola a todos! Hoy estreno el blog de bodas de Recuerda Films con unas pocas fotografías de la boda de Belén y Raúl (dos buenos y viejos amigos) y con un par de reflexiones.
Amor:
Hace ya 8 años que acabé por casualidad haciendo películas y fotografía de boda en Barcelona y Palma de Mallorca. Por aquel entonces recuerdo que no creía demasiado en el «amor para toda la vida» y un día ese pensamiento hizo crack. Durante estos años, entre las bodas de Recuerda Films y las de otras marcas para las que trabajé en mis inicios, he asistido aproximadamente a 120 enlaces. He visto de todo: novias espectaculares que se cambiaban hasta tres veces de vestido, lugares con una decoración floral para bodas y una iluminación increíbles, cochazos de lujo, postres con leds, magos en bodas con poca magia, grupos de Bolliwood, batukadas enormes y hasta a Rafael Amargo o a James Blunt.
Por supuesto, he estado en bodas más sencillas y sin tanto presupuesto, pero a donde quiero ir a parar es que todo lo anterior… acabaré olvidándolo o recordándolo vagamente; sin embargo, tengo grabado a fuego en la memoria pequeños momentos, fotogramas de parejas mirándose a los ojos y… vaya, ¡esas son las parejas que me hicieron volver a creer en el amor eterno! Casi todas las parejas se quieren, están enamoradas y estarán juntas toda la vida, pero hay otras que realmente se adoran y desprenden un feeling y un aura visible y casi palpable. Sólo espero seguir descubriendo a más parejas como esas, de las que siguen adorándose con la cara llena de arrugas: autenticas parejas tándem.
La responsabilidad de los fotógrafos y videógrafos de boda.
La segunda reflexión surge o se acentúa tras ver las fotos del fotógrafo oficial de la boda de uno de mis mejores amigos (yo iba en calidad de invitado). Raul fué el primero del grupo en casarse, la boda fue genial y sabía que me lo había pasado en grande, pero después de ver las fotos… supe que me lo había pasado aún mejor de lo que recordaba: ¡hay momentos tremendos! Siempre he sido consciente de la responsabilidad que tenemos los fotógrafos y videógrafos de boda, pero ahora lo soy aún más. Para las parejas es un día irrepetible lleno de emociones y momentazos junto a sus familiares y mejores amigos, los cuales por cirto también van a poder reir y emocionarse reviviendo alguno de los momentos del día con vuestro reportaje de bodas. Es mucha la energía, tiempo y dinero que se emplea en preparar este día y creo el fotógrafo o videógrafo contratado no sólo tiene la oblación profesional sino también la obligación moral de realizarles un buen reportaje y cubrir ese día de la mejor manera posible. El vestido de novia se guardará en un armario, las flores se acabarán marchitando, el menú será gustosamente digerido en unas horas… pero las risas, las lágrimas de emoción, las miradas, las sorpresas, los novios lanzados a la piscina, los bailes con tu padre o tu hermano (si, esas personas que no has visto bailar en la vida… a veces en «tu» boda bailan) y los momentos que se inmortalicen ese día… eso estará ahí para verlo y recordarlo siempre que se quiera.
En fin, no me enrollo más; os dejo con unas pocas fotos de antes de entrar en la iglesia y de la salida, después ya aparqué la cámara, era momento de disfrutar con los amigos.
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